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TRADERS´ 06.2019
de sufrimiento innecesario que influye negativamente en
su día a día e, incluso, perjudica a sus relaciones perso-
nales, por no hablar de las pérdidas económicas en las
que acaban incurriendo.
En cambio, con un trabajo psicológico adecuado y
siguiendo determinadas pautas lógicas, se puede ser feliz
invirtiendo en bolsa.
Invierte con conocimiento
Parece una obviedad afirmar que para invertir en bolsa es
necesario tener unos conocimientos adecuados, pero lo
cierto es que una de las principales razones por las que
muchos inversores lo pasan realmente mal es el haber
empezado a invertir sin haber pasado previamente por
una formación específica o simplemente teniendo una
ligera noción de lo que es la bolsa.
Es una realidad que nos llama mucho la atención a los
profesionales del sector, puesto que invertir en bolsa no
es un juego, sino una actividad para la que hace falta una
capacitación.
Igual que nadie puede empezar a conducir un coche sin
saber cómo funciona un embrague o sin poder interpretar
las señales de tráfico, porque lo más probable es que
provoque un accidente, supone una gran osadía meterse
en bolsa sin saber cosas tan básicas como qué es un stop
o cómo se analiza un gráfico de bolsa.
Enfrentarte al mercado sin formación es comparable
a retar a un jugador de ajedrez con un conocimiento de
10, cuando tú tienes un nivel 2. Tienes todas las posibi-
lidades de perder y, encima, si apuestas dinero en esta
partida es un sinsentido.
Lo barato sale caro
El refranero español nos brinda la otra regla de oro para
ser feliz invirtiendo.
Aunque la idea más extendida entre los inversores es que
hay que comprar acciones que bajan para luego venderlas
cuando suban, lo cierto es que, en bolsa, comprar barato
acaba saliendo caro. ¿Por qué?
El hecho de que el precio de un valor de bolsa esté más
bajo ahora que antes nos está indicando que se ha
iniciado una tendencia bajista. Si bajó el mes pasado y
ha bajado este mes, es muy probable que siga bajando.
Si pensamos como inversores y no como compradores,
evitaremos entrar en ese momento, por muy tentador que
resulte el precio.
Este gráfico de Realogy Holdings (NYSE: RLGY) es una buena muestra de cómo una acción que está bajando es una mala inversión. Esta compañía estadou-
nidense, propietaria de varias marcas y corredores de bienes raíces, empezó a cotizar en octubre de 2012. Tras medio año subiendo en bolsa, su tendencia
se invirtió y comenzó un declive en su cotización que todavía continúa hoy. El precio ha pasado de los 40,12 dólares del máximo histórico, en mayo de 2013,
a menos de 10 dólares en la actualidad (-83%). Por tanto, todos los inversores que compraron a 30, a 20 o a 15, atraídos por el precio bajo, están perdiendo.
Fuente Stonicks / Eurekers
G1
Las acciones “baratas” de Realogy
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