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TRADERS´ 06.2019
PORTADA
Mirar más la bolsa no cambiará el resultado
La bolsa puede ser adictiva. De hecho, para muchas
personas lo es. Padecen lo que se conoce como “ludo-
patía bursátil” y se caracteriza por síntomas como el
nerviosismo y la ansiedad al invertir, la euforia cuando se
empieza a ganar - lo que lleva a abrir posiciones cada vez
más arriesgadas-, y el pánico cuando se pierde.
Es cierto que, un trader puede ser más propenso a conver-
tirse en un ludópata bursátil que un inversor a largo
plazo, pero, al final, los impulsos y los pensamientos que
desencadenan esta adicción son los mismos.
En Estados Unidos, la propia SEC (Security and Exchange
Commission), el supervisor bursátil del país, incluye en
su web varios enlaces a páginas especializadas en el
tratamiento de esta enfermedad, en vista del alarmante
aumento de casos cada año.
Y es que la obsesión por la bolsa no solo perjudica a
la salud mental de la persona que la padece, sino que
también altera su entorno y afecta a sus relaciones
personales y laborales. Además, el ego potencia esta
adicción, puesto que el ludópata bursátil piensa que
tiene un don especial para ganar dinero.
Según expertos de la Connecticut Council on Problem
Gambling, una de las instituciones con mayores cono-
cimientos sobre ludopatía bursátil, la conducta de los
adictos a la bolsa cumple estrictamente los criterios de
juego patológico de los manuales diagnósticos de los
trastornos mentales. Juegan exactamente igual que lo
harían en un casino o en cualquier otro tipo de juego con
apuesta. Algunos arriesgan mucho dinero, calculando
poco los riesgos y buscando ganancias rápidas.
En cualquier caso, para no llegar nunca a ese extremo,
lo primero que deben pensar los inversores es que la
bolsa el 50% de los días sube y el 50% de los días baja.
Además, las empresas dan resultados cada tres meses.
Por tanto, ¿qué sentido tiene mirar la bolsa cada día y
en cada momento? Mirar más la bolsa no va a hacer que
una acción suba. Será suficiente con conectarte a la
bolsa cada quince días para ver el estado de tu cartera
y realizar los movimientos que consideres oportunos,
según tu metodología.
No inviertas cuando el mercado está abierto
Precisamente, para preservar nuestra salud mental
como inversores y no caer en adicciones destructivas,
lo recomendable es invertir siempre cuando las bolsas
están cerradas.
Pensemos que cuando operamos en tiempo real, perci-
bimos las cosas de manera diferente, influidos por el
“ruido bursátil”. Las noticias que nos llegan y los acon-
tecimientos que transcurren con el mercado abierto nos
impiden pensar objetivamente.
Dicho de otra manera, operar en tiempo real predispone
nuestra mente a magnificar las cosas y a ver tragedias
donde no las hay o, incluso, lo contrario, a sobrevalorar
ciertas fluctuaciones. De esta forma, corremos el peligro
de cambiar de decisión constantemente, en vez de seguir
nuestra estrategia, porque nuestras emociones están
más expuestas a los estímulos externos.
En cambio, con el mercado cerrado, es posible invertir
con tranquilidad, hacer una mejor selección de valores y
evaluar con objetividad lo que más le conviene a nuestra
estrategia.
Evita apalancarte en bolsa si no ganas al contado
Uno de los peligros a los que se exponen los inversores,
tanto los principiantes como los más expertos, son los
productos apalancados, es decir, aquellos que nos
permiten hacer operaciones por sumas de dinero supe-
riores aaquellasde lasquedisponemos ennuestra cuenta.
Esto implica tener la posibilidad de multiplicar nuestras
ganancias potenciales con movimientos pequeños si las
cosas salen bien, pero, de igual modo, podríamos incurrir
en grandes pérdidas si el resultado va en nuestra contra.
La inversión con productos apalancados, sobre todo
con CFD, se está extendiendo mucho en los últimos
años, pero los malos resultados para los inversores han
llamado la atención de las autoridades. La propia ESMA,
el regulador europeo, impuso el año pasado restricciones
a los CFD, ya que se había comprobado que entre 74% y
el 89% de los inversores particulares perdían dinero con
este producto. Y ojo, que este dato es anualizado, es
decir, que la realidad es todavía peor.
Los mejores valores para invertir son los que están subiendo y, ade-
más, están en máximos históricos.