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lavarse las manos. En el escenario en U, en movimiento
será irregular al menos hasta el otoño, por lo que esta-
remos entrando en un mercado bajista cíclico. La ola
de infección continuará extendiéndose rápidamente
a nivel mundial, el comercio mundial seguirá siendo
escaso y habrá un aumento de quiebras de empresas y
un desempleo permanentemente más alto de la cuenta,
lo que a su vez inhibirá la inversión y la actividad
comercial en general. La producción y el consumo se
asentarán muy por debajo de los niveles anteriores a la
crisis tras su liquidación final y se produciría un nuevo
mercado alcista. En el escenario en L, solo la solución
médica de una vacuna podría poner fin a la crisis, ya
que la economía y la sociedad quedarían paralizadas y
provocaría una espiral descendente de quiebras corpo-
rativas, mayor desempleo, mayor pérdida de confianza,
menor consumo y se daría una disminución de la renta-
bilidad a nivel mundial. También existe un pequeño
riesgo residual de que no se pueda desarrollar una
vacuna efectiva. Las disputas políticas, la guerra de
precios del petróleo y los factores de estrés social están
contribuyendo al hecho de que la economía se enca-
mine hacia una profunda recesión.
¿Es posible que lleguemos a una depresión intensa?
Lo primero: todo es posible, aunque simplemente no sea
probable. Por ello, nos gustaría aprovechar esta opor-
tunidad para descartar la posibilidad de una depresión
intensa como la que siguió a la Gran Depresión de 1929.
Seguiremos la conclusión del analista estadounidense
Ryan Detrick, estratega senior del mercado de LPL
Financial. Según él, en 1938, es decir, 9 años después
del colapso del mercado de valores, alrededor del 15
% de los estadounidenses no tenían empleos en aquel
momento. Esta evolución devastadora y prolongada
ocurrió principalmente por 4 errores graves cometidos
en aquel momento:
• La política monetaria se endureció en lugar de
relajarse.
• Las regulaciones se endurecieron en lugar de
relajarse.
• Se desarrolló una guerra comercial a nivel global.
El impacto del coronavirus podría desencadenar un remolino bajista.
Fuente:
www.traders-mag.comG2
El tornado bajista
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TRADERS´ 05.2020
Javier Alfayate
Gestor del fondo de inversión GPM Gestión Global
www.gpmbroker.comUn descenso motivado por un evento exógeno e inesperado como es
una pandemia suele conducir a recuperaciones igual de rápidas para
las bolsas mundiales y más concretamente para aquellas que hayan
estado mejor preparadas o tengan mayor ponderación en sectores que
han sido especialmente fuertes como, por ejemplo: Salud, Comercio
minorista y Tecnología. Así esperamos que para verano las bolsas se
dirijan a su zona de máximos siempre y cuando las consecuencias
del cisne negro estén controladas: ritmo de contagios lento, un tra-
tamiento eficaz y más adelante, para 2021 una vacuna. Por tanto, las
correcciones temporales que pueda haber con motivo de la publicación
de datos económicos negativos serían una oportunidad excepcional
para incorporarse a la renta variable.
Por otro lado, están las elecciones presidenciales norteamericanas
de noviembre de 2020 lo cual puede ser un evento que haga subir las
bolsas meses antes. Tradicionalmente el ciclo presidencial es espe-
cialmente favorable en el tercer año, pero al haberse colado el citado
cisne negro podría ser que ese mejor comportamiento se trasladase a
los últimos meses del ciclo presidencial, es decir precisamente a los
meses de verano. La lógica de este ciclo nos dice que las políticas
monetarias y fiscales son expansionistas para favorecer una reelec-
ción presidencial en este caso en favor de Trump.
STATEMENT