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TRADERS´ 07/08.2020

Las crisis bancarias se han forjado una tradición cente-

naria en Europa, y no solo en la parte sur del continente.

Durante los años 1772 y 1773, comenzó en el centro

financiero británico de Londres una oleada paneuropea

de quiebras en el sector financiero. La falta de ganancias

durante la guerra y la consiguiente caída de los precios

en el mercado de bonos, así como el estallido de una

burbuja de crédito que se había inflado durante el auge

posterior a la Guerra de los 7 años, llevó a numerosos

bancos británicos a la insolvencia. Miles de clientes

privados perdieron sus ahorros e ingresos debido a los

altos intereses. Muchos europeos continentales también

sufrieron grandes pérdidas. Ya sea porque habían inver-

tido su dinero en UK, confiando en la estabilidad de lo que

entonces era el centro financiero mundial, o porque sus

instituciones que estaban estrechamente entrelazadas

con los bancos ingleses, fueron arrastradas a la vorágine

de la bancarrota.

La innovación financiera holandesa

El empresario holandés Abraham van Ketwich aprovechó

este evento de gran alcance como una oportunidad para

desarrollar una innovación financiera que estuviese a

prueba de crisis, pero con un alto

índice de pago, y tuvo la motivación

de contrarrestar la formación de

riesgos en clúster que habían sido

casi inevitable hasta entonces. En

1774 lanzó el primer fondo mutuo

bajo el nombre de “ Eendragt maakt

magt “ (“La unidad es la fuerza”).

Con el fin de certificar de manera

creíble los 2 principios rectores de la

amplia diversificación y el dividendo

sostenible*, van Ketwich diseñó un

folleto informativo con reglas vincu-

lantes para la gestión de fondos,

incluso para él mismo, algo que hoy

sigue siendo revolucionario en este

momento. Las regulaciones esti-

pulaban que los activos del fondo

deberían distribuirse por todo el

mundo, al menos 2,000 acciones

y un dividendo fijo del 4 % sobre el

PORTADA

La tabla muestra un ejemplo de un valor seleccionado para cada una de las categorías discutidas.

Nota del autor: La negociación de valores generalmente se asocia con el riesgo de pérdida hasta la

pérdida total de la inversión. Por lo tanto, no aceptamos ninguna responsabilidad por daños mate-

riales o no materiales resultantes del uso o no uso de la información ofrecida. Además, no se acepta

ninguna responsabilidad por su actualidad, corrección, calidad o integridad a pesar de una cuidadosa

compilación. Además, todas las declaraciones realizadas no deben interpretarse de ninguna manera

como recomendaciones de inversión en el sentido de la Ley alemana de negociación de valores, sino

simplemente como la opinión personal del autor. Este último también está activo como inversor. Existe

la posibilidad de que se discutan los instrumentos financieros y valores con los que el autor tiene la

intención de comerciar o que están en su posesión. Los conflictos de intereses resultantes de esto no

pueden descartarse.

Fuente:

www.nurbaresistwahres.de

T1

Valores ejemplares

Todas las acciones de alto dividendo son valores cotizados,

transparentes y líquidas.

precio de emisión así como un esquema de participa-

ción en las ganancias. Se realizaron inversiones en bonos

gubernamentales y corporativos, bonos de instituciones

públicas, acciones e inversiones corporativas en Europa

y las colonias. El precio de emisión fue de 500 florines

por acción, lo que corresponde a unos 10.000 euros en

la actualidad, el recargo de emisión único fue del 0,5 %,

la tarifa de administración anual de un modesto 0,2 % de

los activos bajo gestión. 50 años después, el fondo fue

liquidado según lo previsto a 561 florines por acción; sin

embargo, en el apogeo de las guerras napoleónicas en

1811, los accionistas tuvieron que soportar un mínimo

histórico de 125 florines. Por cierto, aún tuvo más éxito

el fondo mutuo “Voorderig en vorigiglig” lanzado por el

Banco de Utrecht en 1776 y también administrado por

Abraham van Ketwich (“ventajoso y cuidadoso”). Había

existido durante 117 años y había pagado siempre un

dividendo fijo del 6 %, durante la fase libre de inflación del

clásico patrón del oro.

Disminución de la cultura de dividendos

En ese momento, el Reich alemán tomó una ruta comple-

tamente diferente y fatalmente continua. En 1891, y por