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PORTADA

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¿Podemos confiar en nuestra intuición?

Hasta ahora, la intuición no parece demasiado buena para

el trading, pero no acaba ahí toda la historia, porque hay

varias maneras de distinguir la intuición verdadera y útil de

los juicios erróneos y el exceso de confianza. Daniel Kah-

neman y Gary Klein lo muestran en su artículo “Condicio-

nes para la experiencia intuitiva: una falta de desacuerdo”.

Por lo tanto, la calidad de la intuición depende de la expe-

riencia que cada trader haya adquirido durante el aprendi-

zaje de los patrones y las regularidades de un entorno en

particular y en qué medida se pueda predecir el entorno en

el que se realizan las evaluaciones. Antes que nada, debe-

mos tener mucha experiencia en este campo. Solo cuando

la base de datos en nuestro cerebro sea lo suficientemen-

te grande, los patrones se podrán clasificar efectivamente

para obtener mejores resultados que mediante una mera

coincidencia. Lo cual solo se puede lograr a través de un

ciclo continuo de observación, retroalimentación y apren-

dizaje. En otras palabras, ya que aprendemos por prueba

y error, lo mejor es probar con una pequeña cuenta y ries-

go. Una y otra vez, los errores ocurrirán, pero el trader no

debe temerlos, porque está ganando experiencia. Si no

falla, entonces no aprenderá. El objetivo es descubrir qué

patrones funcionan, cómo reconocer-

los y, sobre todo, cuándo imaginar los

patrones, una ventaja que no debe

subestimarse para evitar errores en

situaciones que no producen nada.

Pero no puede confiar en la intuición

todavía. También debe haber un en-

torno en el que uno pueda confiar en

los patrones intuitivamente recono-

cibles. En otras palabras, debe haber

regularidades lo suficientemente al-

tas como para poder evaluar la situa-

ción. Y aquí es exactamente donde

tenemos un problema en el mercado

de valores, porque los movimientos

de los precios son en gran parte (pero

no exclusivamente) impulsados por

factores aleatorios. Lo cual puede

conducir a patrones que creemos que

hemos reconocido, aunque no tienen

importancia a futuro. En este caso el

trader habrá visto patrones práctica-

mente donde no los había. Esta alta

incertidumbre confunde al cerebro y

se comienza a dudar de la fiabilidad

de los patrones. Además, Kahneman

y Klein escribieron acertadamente

en su estudio: “Aunque la verdadera habilidad no puede

desarrollarse en entornos irregulares o impredecibles, las

personas a veces emiten juicios y decisiones que tienen

éxito por casualidad. Estos individuos afortunados serán

susceptibles a la ilusión de habilidad y al exceso de con-

fianza. La industria financiera es una rica fuente de ejem-

plos. (“Aunque en áreas irregulares o impredecibles, el

trader no puede desarrollar habilidades de reconocimien-

to de patrones, siguen emitiendo juicios “. Estos actores

pueden enfrentarse fácilmente a la ilusión de competencia

real y tienden a sobreestimarse a sí mismos”). Si supone-

mos que solo una pequeña parte de los movimientos de

los precios puede predecirse en base a ciertos patrones, el

primer factor; es decir, la experiencia en este campo, debe

ser extremadamente buena. Solo así se podrá confiar en

su intuición, ya que, de media, se tomarán decisiones favo-

rables. Y hay una cosa que no debemos olvidar: basta con

tener una pequeña ventaja competitiva en los mercados,

que sea reproducible, para actuar de manera sostenible a

largo plazo. Un pequeño cambio de las probabilidades a

favor del trader conducirá a un alto rendimiento con una

administración de riesgos consistente y una multitud de

operaciones.

El nivel más bajo para el principiante en un área completamente nueva como el mercado de valores es la in-

competencia inconsciente. No saben que no tienen ni idea, porque todo parece muy simple. En esta etapa, a

menudo nos desconciertan nuestros instintos. Al darnos cuenta de lo poco que sabemos, sigue el segundo nivel,

la incompetencia consciente. Empezamos a aprender de nuestros análisis equivocados y a mejorarnos a nosotros

mismos. Esto pasa solo después de un largo tiempo en competencia consciente. Ahora sabemos lo que podemos

y no podemos hacer y cuando nuestros análisis son buenos. El nivel más alto de competencia inconsciente re-

quiere un proceso de experiencia aún más largo. Aquellos que alcanzan este nivel pueden confiar en su intuición.

Fuente: Kokcharov, I. (2015): „Competence Hierarchy“, trabajo propio, licencia CC-BY-SA 4.0

https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=41183612

G4)

Los 4 niveles de competencia