PERSPECTIVAS
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todo es perfecto hay dos pegas a este complemento: (i)
no nos libra con un 100% de seguridad y (ii) en el mayor
de los casos habrá que fiarse de casas de análisis que
pueden tener intereses, pueden ir siguiendo el precio o,
simplemente, pueden fallar.
La volatilidad de una acción, especialmente si se uti-
lizan (como se verá a continuación) stops de protección
hace difícil la operativa. Ello no quiere decir que no se
pueda pescar en un mercado volátil, más bien todo lo
contrario (son momentos que preceden a movimientos
alcistas importantes). Muy ligado a la volatilidad está el
factor “ruidos”, tanto positivos como negativos que pro-
vocan movimientos bruscos al alza (que puede hacer que
el inversor quiera subirse al carro) o a la baja (que haga
que se piense que la compañía se ha convertido en un
“chollo”). La paciencia es buena consejera y, sabiendo
que se sacrificará alguna operación, la situación se tran-
quiliza algunos días después y se puede entrar sin ries-
gos adicionales de salto de stop.
3.- Poner en el punto de mira:
Tras los pasos anteriores puede haber varias compañías
que cumplan los requisitos, tal vez demasiadas, o bien
para alguna se puede optimizar el momento. Para ello el
análisis técnico es muy útil debido a que nos permitirá
saber qué acción está en el momento, o bien hará que
esperemos sin apretar el gatillo hasta que llegue.
De nuevo, la paciencia es un factor importante, y de
nuevo se sacrificarán operaciones, pero ajustar el pre-
cio para tener más recorrido por arriba y que, al mismo
tiempo, permita que el stop no esté muy alejado (siempre
debería estar más cercano que el objetivo) a la larga da
resultados consistentes.
Cuando hablamos de análisis técnico lo hacemos de
una cantidad de figuras, osciladores o indicadores casi
infinitos, por lo tanto la simplicidad cobra un peso funda-
mental: usando muchos hará que la decisión sea más di-
fícil, por una parte porque trabajar en un gráfico muy su-
cio da sensación de desorden y por otro porque, al haber
tantas señales, es posible que una sea de compra y otra
de venta. A modo de ejemplo, reiterando que es un ar-
tículo basado en la experiencia, usar sencillos soportes,
resistencias, fibonaccis, directrices, cruces de medias,
algunas velas japonesas de cambio de tendencia y algún
oscilador para momentos laterales o para divergencias
puede ser más que suficiente.
4.- Disparar con protección:
Aunque parezca que no, es el momento más complicado
del proceso. Un buen inversor debe estar dispuesto a ser
fiel a sí mismo, y en el momento en que una de las accio-
nes que se ha seguido, que ha pasado los filtros y que ha
dado una señal de compra hay que comprarla. La única
excusa es que no haya liquidez, no hay otra.
Para más tranquilidad, este disparo debe tener un se-
guro, que no es más que poner un stop al mismo tiempo
(nunca después) que suponga una pérdida inferior al obje-
tivo de revalorización. En este punto no hay más secreto.
¿Y qué hacemos con la venta?
El proceso en este caso es más sencillo, aunque más difí-
cil de llevar a cabo:
1.- Salta el stop:
No hay que darle más vueltas, y por supuesto no hay que
bajarlo nunca: la falta de humildad o el miedo a perder
puede hacer que se rebaje, lo que supondrá un error tre-
mendo a la larga (lo peor es que salve una operación).
Solo se permite, y casi es obligatorio, bajar el stop bajo
un supuesto: si se trabaja con gráficos que descuentan
dividendos cuando se produce reparto de beneficios u
otra operación corporativa que provoque un descuento
del precio (que no una rebaja del mismo).
Evidentemente, si con cada compra se produce una
ejecución del stop es que se está haciendo mal y hay que
darle una vuelta (o varias) a la estrategia, si pasa de vez
en cuando, aunque luego la evolución del precio sea el
esperado , es un daño colateral que hay que asumir.
2.- Subir el stop hasta que salte:
Cada vez que la acción llegue al objetivo se sube el stop
a una distancia prudencial. Para que sea lo más objetivo
posible es conveniente marcarse dos objetivos de tal for-
ma que se busque el siguiente cuando falta todavía mu-
cho, esto hace que la elección del próximo sea lo menos
subjetiva posible.
Se trata de una serie de mecanismos que hacen más
óptima la operativa y la aleja de decisiones subjetivas
que nos llevan a cometer errores.
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Luis García Langa
Luis García Langa es analista financiero con el
“Certificate in Wealth & Investment Manage-
ment” del CISI. Ha sido durante 13 años director
de la agencia de GVC Gaesco en Mallorca, ac-
tualmente es Director de SDC Market Analysts,
agente de Andbank España. Como formador, es
director de
Aulafinanzas.comy ha colaborado
en cursos y conferencias en la Universitat de les
Illes Balears.
luisgarcialanga@aulafinanzas.com