PERsPECtIVas
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tad, por lo que el primer impacto podría ser positivo. Sin
embargo la desconfianza por parte de los usuarios podría
llevar a éstos a llevar a cabo inversiones no financieras
(como podría ser la inmobiliaria).
Conclusion
El efecto Trump es difícil de calibrar, pero estará marcado
por un cambio al que quizá el mercado no está habituado,
que generará alta incertidumbre. En el caso de Clinton
la situación pinta algo mejor para Wall Street, aunque
ciertos sectores como el de la salud continuarán en un
entorno incierto.
«
Los altos precios de los medicamentos en USA intentarán
ser controlados por ambos candidatos, pero de formas di-
ferentes. En cualquier caso la búsqueda de contener los
precios no es en principio algo beneficioso para el sector,
aunque en caso de ganar Clinton el hecho de mantener el
ObamaCare y expandirlo implica más demanda de estos
productos.
Hillary C.
: Reducción del tiempo que duran las patentes
así como la creación de un grupo federal supervisor de las
compañías del sector. Con la disminución de los precios de
los medicamentos la candidata demócrata considera que
se podrán reducir los costes sanitarios.
DonaldT.
: Romper las barreras que prohíben a los america-
nos comprar medicamentos más baratos en mercados ex-
tranjeros, como Canadá.
Las Compañías Farmacéuticas
Si las grandes compañías dejan de operar en diferentes
estados, muchas personas perderán su seguro, y ten-
drán que acudir a los proveedores que se mantengan
en el programa. A su vez si estos proveedores disminu-
yen en número en cada Estado (es decir, si disminuye
la oferta) esto se podrá traducir en incremento de pre-
cio de las pólizas. Esto es uno de los grandes retos de
Clinton, que mantendría el programa, pero con cambios
para mejorarlo.
Mientras Hillary defiende mantener el ObamaCare
pero implementando ciertas mejoras, para Trump la hui-
da de estas compañías demuestra el fracaso del siste-
ma. Si el republicano llega a la presidencia el programa
ObamaCare corre el riesgo de ser abolido, con las conse-
cuencias que esto tendrá para los pacientes (de perder su
póliza), pero también para las compañías, libres de otor-
gar la cobertura según sus propios criterios, pero con un
descenso de la demanda. Sin el Programa vigente, el
seguro médico podrá contratarse en cualquiera de los 50
Estados, lo que supondrá una mayor competitividad, que
podría derivar en un descenso de los precios de las pó-
lizas (que paradójicamente es lo que persigue Clinton).
Pero esto no beneficia a las grandes compañías que
están incrementan los precios de las primas en ciuda-
des como Nueva York para cubrir las pérdidas derivadas
del programa, pero no pueden competir con las peque-
ñas compañías centradas en el negocio local. Por otro
lado, el hecho de poder operar en todos los estados y
por tanto incrementar la competitividad en precios po-
drá facilitar el acceso a aquellas personas de la América
rural que tienen muy complicado en la actualidad poder
acceder a un seguro.
Wall Street y otros sectores sensibles a los resultados
La Ley de Reforma de Wall Street Dodd-Frank (creada
después de la crisis del 2008) otorga a la FED poder para
exigir a los bancos mayores niveles de liquidez, para “es-
tar preparados” en tiempos difíciles. Esto se mide a tra-
vés de test de estrés. Además, la Ley Dodd-Frank también
creó la Oficina de Protección del Consumidor, haciendo
del sistema bancario un sistema más seguro que en el pa-
sado. Si Trump hace desaparecer esta Ley realmente el
sector financiero podría jugar sus cartas con mayor liber-
sara Carbonell
Sara Carbonell tiene una experiencia profesional de
casi 15 años en el sector financiero, habiendo desa-
rrollado su carrera profesional en Bancos Americanos
y Gestoras de Fondos internacionales. En 2009
comenzó su andadura en CMC Markets España, don-
de actualmente ejerce como Directora de Relaciones
Institucionales, además de colaborar con diferentes
medios de comunicación ofreciendo su visión de los
mercados desde un punto de vista macro.
s.carbonell@cmcmarkets.comDesde un punto de vista bursátil y con trasfondo largoplacista
parece que la bolsa americana “es demócrata”.