PERSONAS
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hija, empecé a vivir en el extranjero, lo dejé todo por
el trading...por fin conseguí la libertad que tanto soñé.
Fueron unos años muy intensos, vividos en libertad,
nunca los olvidaré. Aún tengo pesadillas recurrentes,
siempre con lo mismo...estoy trabajando de nuevo en
el banco que dejé para dedicarme al trading.
TRADERS´:¿Qué le emociona en el trading y por qué ha
optado por esta carrera?
A mí me da igual ganar poco o mucho dinero. No es el
trading algo para ganar muchísimo, salvo que uno ten-
ga una cuenta muy grande, o maneje fondos con mucha
cantidad de dinero, pero yo lo que buscaba, lo que me
daba la vida, era la sensación de libertad. La de no tener
jefes, la de poder vivir en la ciudad o incluso en el país
que quisiera. El reto intelectual diario, de luchar contra el
mercado, cara a cara, cuerpo a cuerpo. Ese aliciente, de
cada mañana al levantarse. Eso sí. Desde los sustos de
mediados de los 80, nunca le perdí al mercado el respe-
to. Siempre le temo, y me cuido de que no me vuelvan a
TRADERS´:¿Qué es lo más importante que aprendió en esa
época?
Mis inicios fueron días de vino y rosas. Todo era ma-
ravilloso, era una experiencia que me llenaba, era
feliz, veía que era lo que me iba a dar libertad...pero
desgraciadamente, era un poco inconsciente, aunque
le ponía mucha pasión, no estaba bien formado, aún
me quedaba mucho por aprender. Mucho. Y lo pagué
caro, tuve una mala racha devastadora, que casi aca-
ba con mi capital. Curiosamente me recuperé de for-
ma rápida, en un momento donde muchos inversores
estaban en serios problemas. En pleno crash de 1987.
Si soy sincero, fue un golpe de suerte. Se llevaba tiem-
po comentado que había una triple divergencia bajis-
ta en muchos indicadores de momento, y los sopor-
tes estaban cayendo. Estaba con muchos problemas
de capital, muchos, y me la jugué en el mercado de
opciones. Poco después empezó la gran caída. El fin
de semana no pude dormir, viendo las perspectivas de
apertura del lunes con fuertes caídas, que iban a reva-
lorizar violentamente mis puts out
the money. Encima me sentía mal,
porque entendía que para mí iba a
ser la recuperación definitiva, pero
para muchas personas iba a ser un
desastre...En la apertura del día del
crash, en cuanto me fue posible,
fui cerrando todas las posiciones.
A partir de ese momento, y de ese
día, mi vida cambió. Le había visto
las orejas al lobo y muy de cerca.
Me prometí a mí mismo, que nunca
iba a cometer los mismos errores.
Me formé mucho, empecé de nuevo
desde el principio. Y creo que los
años que vinieron después fueron
los más bonitos de mi vida. Cono-
cí a mi esposa, tuvimos a nuestra
Crash de 1987 paradójicamente, fue un buen momento para mí, tras una mala racha de pérdidas, pues tuve la
suerte de acertar el movimiento.
Fuente:Visualchart
G1)
Dow Jones 1987
En un mercado muy bajista no es momento de
Iron Condors, por poner un ejemplo.