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www.traders-mag.es12.2017/01.2018
José Luis Cava
Licenciado en Económicas por la Universidad
Complutense de Madrid. Ha trabajado en los depar-
tamentos de Bolsa y Tesorería del Banco Popular y
como Inspector de Hacienda del Estado español. Ha
escrito dos libros: Sistemas de Especulación en Bol-
sa y El Arte de Especular. Ha colaborado en varios
medios de comunicación, entre ellos La Vanguardia,
Radio Intereconomía. En la actualidad escribe en su
propia página
“www.bolsacava.com”.
joseluis@bolsacava.comprimer lugar, que los bancos centrales se equivoquen y
reduzcan sus balances a un ritmo demasiado rápido, y
generen una oleada vendedora de bonos, con el consi-
guiente aumento de los tipos de interés.
El segundo sería un aumento brusco de la inflación,
lo que provocaría una respuesta rápida de los bancos
centrales en forma de subida de tipos de interés y retira-
da acelerada de los estímulos.
Por lo tanto, cabe preguntarse: ¿la superación de
qué nivel del tipo de interés de las notas del Tesoro de
los
EE.UUa 10 años desencadenaría una oleada vende-
dora de las bolsas?
La recta directriz bajista de la pauta desplegada por
el tipo de interés de las notas a 10 años pasa en la ac-
tualidad por la zona del 3%. Y entorno a 3,2% existe una
resistencia significativa.
Por lo tanto, podemos concluir que una subida del
tipo de interés de la notas del Tesoro a 10 años por enci-
ma del 3,2% presionaría a la baja a las bolsas.
La inflación y el ahorro, entre otros
A la hora de valorar la posibilidad de que los bancos cen-
trales inicien un proceso de subida de tipos de interés,
la variable más importante es el comportamiento de la
inflación.
Si tenemos en cuenta los bajos niveles salariales y
suponiendo como escenario más probable para el 2018
que el “crude oil” se mantenga por debajo de los 70$,
debemos concluir que lo más probable es que la infla-
ción permanezca controlada por debajo del famoso ni-
vel del 2%.
El elevado endeudamiento de los estadounidenses
y los bajos niveles de ahorro (la tasa de ahorro se des-
plomó en octubre de 2017 a nivel más bajo desde 2007),
hacen que sea difícil pensar que se vaya a producir una
fuerte aceleración del consumo privado y del PIB de los
EE.UU. que desencadene presiones inflacionistas por el
lado de la demanda en 2018.
El impulso del crédito global está descendiendo lo
que hace más probable una desaceleración económica
global. Además, no se debe despreciar la intensidad de
las fuerzas deflacionistas: la productividad se encuentra
en una secular tendencia descendente, las pautas de con-
sumo de la generación del “Baby boom”, el deterioro de
la salud de la juventud en
EE.UUy UK, y el aumento del
número de robots globales. Estos hechos hacen pensar
que el nivel de equilibrio de los tipos de interés se en-
cuentra por debajo de los niveles actuales.
El tercer factor que podría provocar una recesión, y
el consiguiente retroceso de las bolsas, sería una des-
aceleración brusca del ritmo de crecimiento de la econo-
mía china. Tras el nombramiento de Xi, las autoridades
económicas chinas han decidido estabilizar y sanear su
mercado financiero a costa de un menor crecimiento eco-
nómico.
Si, como consecuencia de la adopción de tales me-
didas, la actividad económica china se contrajera los
bancos centrales reaccionarían con una devaluación del
yuan, con lo que frenarían el deterioro económico chino
favoreciendo sus exportaciones a la vez que atajarían la
fuga de capitales. Si esto sucediera, la normalización mo-
netaria no llegaría nunca.
¿La superación de qué nivel de la relación “dólar/
yuan” nos avisaría de los problemas de la economía chi-
na?
La primera zona de resistencia se encuentra en torno
a 6.80. Por lo tanto, la superación de ese nivel nos avisa-
ría de que la economía china necesitaría la ayuda y sería
bajista para las bolsas.
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La superación de 6.80 en el dólar/yuan nos avisaría
de que la economía china necesitaría la ayuda y
sería bajista para las bolsas.