TRADERS´ES 11

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11.2016
El mercado no es sólo un arte
» El otro día nos encontrábamos en la inmortal Plaza
Mayor de Madrid, compartiendo un lambrusco fresquito
y una tapas con unos amigos del gremio para combatir
estos cuarenta y siete grados infernales más que
veraniegos que se le puede echar al sol en estos tiempos
en la capital de España, cuando se inició uno de esos
debates de taberna de los que ni los analistas bursátiles
se salvan. Éste versaba sobre la cuestión sobre si el
trading es un arte o una ciencia. Sobre si los mercados
son caóticos, como dicen unos. Pero contienen patrones,
como sostenemos los demás otros.
Sin que acabemos tirándonos pinchos de tortilla
a la cabeza ni corramos el riesgo de ensuciarnos con
el vino las fauces antes de citarnos tras al amanecer
en la Almudena y con padrinos, permítannos que les
expongamos nuestro punto de vista porque nos parece
que es una buena declaración de principios filosófico-
financiera: el trading no sólo es un arte. Y sí, conviene
hablar de estas cosas que en general se pasan por alto
porque las conclusiones dependen de las premisas, y
algunas conducen a cosas más exóticas que un viaje por
Holanda con la pretensión de construir las mejores setas
del país.
Empezaremos nuestra línea de argumentación
observando que hay pocas ciencias que sean exactas. La
física, tal vez, si excluimos las turbulencias; de la cuales
Heisenberg -sí, el del principio de incertidumbre- dijo que
iba a pedir cuentas a Dios tras su muerte.
En su mayoría, y pese a partir de elementos que
podemos considerar precisos, las ciencias manejan
escenarios de tal complejidad que resulta imposible
formular predicciones exactas. Piense por ejemplo en la
medicina: todo son reacciones químicas deterministas,
pero sólo podemos establecer la probable fiabilidad de
un nuevo fármaco mediante un “test doble ciego”, nunca
con certeza absoluta. Y nunca es NUNCA.
La medicina ha desarrollado sus herramientas,
derivadas de la estadística, para manejarse con la
incertidumbre. Quizá lo haya escuchado alguna vez,
o quizá no, pero créannos si les decimos que la tarea
no consiste en prever sino en combatir el azar. De
esta forma, son la matemática y el método científico
los que pueden poner al trading en la recta senda del
conocimiento.
Afirmar esto no es negar que la tarea envuelve
grandes riesgos, ni que la práctica juega un papel muy
importante. Lo mismo sucede en la medicina, donde la
decisión de un doctor experimentado puede significar la
diferencia entre la vida y la muerte; esos son problemas
al final de la jornada, y no pensar en si vamos o no a
cobrar un bono menor al final del año.
Por contra, los que defienden el trading
exclusivamente como un arte, adorarían regresar a la
medicina de los tiempos de Galeno: con sus amuletos,
pociones y sangrías, compuesta por teorías, como la de
los humores, peores que erróneas porque son imposibles
de falsear. Somos muy de Popper en Ágora, qué le vamos
a hacer...
De este enfoque científico a la inversión, la versión del
“test doble ciego” aplicable para el trading y mucho más
os hablamos en nuestro blog . ¡Estáis
invitados a visitarnos y entrar en el debate! «
Carlos Doblado
Trader, arranca su vida profesional en GVC
Gaesco en 1995. Hoy es uno de los analistas
técnicos más influyentes del panorama español.
Fundador de Bolságora en 2002, la primera
herramienta de asesoramiento técnico por
Internet creada en España y de su evolución,
Ágora EAFI. Lidera la sección financiera del
periódico El Confidencial desde septiembre
de 2014 y fue colaborador del periódico El
Economista durante ocho años donde fundó la
herramienta EcoTrader. Participa con frecuencia
en medios españoles como Capital Radio y
Radio Intereconomía.
Isaac de la Peña
Ha trabajado como Director de Tecnología
en la empresa de business intelligence
Microstrategyy Vicepresidente Sénior de
Márketing y Tecnología para la entidad
bancaria Pentagon Federal en Washington
DC. Cuenta con conocimientos amplios de
internet, movilidad, análisis de datos, motores
de recomendación y big data. Limited Partner
del fondo Inveready First con gran experiencia
en empresas de capital riesgo. Sloan Fellow
graduado por el Massachusetts Institute of
Technology (MIT) de Boston con especialización
en finanzas.