PERSPECTIVAS
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economías occidentales desde la gran recesión de 2009,
y los cientos de miles de millones de euros y dólares que
se han gastado tratando de aprovechar esta recupera-
ción, la inflación sigue siendo muy baja.
Si nos fijamos en el gráfico anterior, que traza el creci-
miento del PIB español con respecto a la inflación desde
2010, podemos ver claramente que a pesar de la fuerte
y continuada subida del PIB español, la inflación ha se-
guido cayendo. De hecho, entró en territorio negativo o
deflacionista en 2014 y ha sido incapaz de moverse de
nuevo a terreno positivo.
La pregunta entonces es ¿cuáles son las fuerzas que
han creado este ambiente de baja inflación, o deflación?
Cambio en la naturaleza y la oferta de dinero
La fuerza fundamental principal de cara al trabajo ha sido
el cambio en la oferta monetaria. De hecho se podría de-
cir que éste ha sido y es un cambio en la naturaleza misma
del dinero. Considere el siguiente gráfico que muestra el
crecimiento de la masa monetaria M3 en España desde el
año 2000 con respecto a la variación en el tamaño de los
balances de los bancos españoles.
Como podemos ver la oferta monetaria creció dra-
máticamente durante los primeros 8 años del nuevo mi-
lenio y se ha mantenido en o alrededor de estos elevados
niveles desde entonces. Al mismo tiempo vivimos una
rápida expansión del tamaño de los balances de los ban-
cos, controlados desde 2012, sin reducir la oferta mone-
taria total. Lo que creo realmente que dice este gráfico es
que durante este período el “dinero ganado” se reempla-
zó por crédito y que gracias al exceso de apalancamiento
de los balances de los bancos, la oferta de crédito ha sido
bién se devaluará hasta 95 € en el transcurso de 12 meses
(si ignoramos cualquier cargo por tasas de interés).
Esta idea ha conformado la ortodoxia económica y a
pesar de las protestas de los políticos sobre el fin de los
grandes ciclos alcista y los posteriores reventones de las
burbujas económicas (tan frecuentes tras de la Segun-
da Guerra Mundial) en el nuevo milenio, la inflación aún
se ve como al enemigo público número 1, pero todo ello
está a punto de cambiar.
Globalización
Al final de 1990 y principios de la nueva década se dio
un período de globalización. Los mercados mundiales se
abrieron, el comercio internacional creció rápidamente
en China, India y otros mercados emergentes beneficia-
dos por una gran ola de deslocalización de las empresas
occidentales, que buscaban reducir sus costes y entrar
en nuevos mercados. No es ninguna sorpresa que este
período de globalización fuese de la mano del auge de
Internet y la red de redes. Este salto cuántico en la tecno-
logía de las comunicaciones, literalmente revolucionó el
trading mundial y el comercio, dando una nueva forma
y aplanando muchas de las cadenas de suministro que
habían operado hasta este punto en el tiempo. Reducien-
do al número de intermediarios y “descubriendo los pre-
cios” reales al mercado mediante un proceso mucho más
simple.
La combinación de fabricación a bajo coste, el au-
mento de la productividad y la conectividad mediante in-
ternet han demostrado ser un arma poderosa en la lucha
contra la inflación. Tal vez demasiado potente.
Tendencia a largo plazo
La inflación ha estado cayendo en el
largo plazo, sin embargo, si nos fija-
mos de hecho en el gráfico siguien-
te de precios al consumo en España
desde principios de 1960 hasta el día
de hoy, podemos ver que la inflación
alcanzó su punto máximo a media-
dos de la década de 1970 y ha caído
casi continuamente posteriormente.
Un patrón que se ha repetido en las
economías más desarrolladas.
Incluso dentro de esta tendencia
a largo plazo, si lo desea, podríamos
encontrar un comportamiento cícli-
co; es decir, el flujo y reflujo de la
economía. Sin embargo, a pesar del
repunte claro de las fortunas de las
El gráfico traza la caída de los precios al consumo en España de principios del decenio de 1960 hasta la
actualidad.
Fuente: Fred/Banco Mundial
G1)
Inflación española (precios al consumo)