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TRADERS´ 09.2019
BÁSICOS
gestión de capital) son tanto o más importantes que los
conocimientos, la plataforma y la estrategia.
Pues bien, cuando definimos el precio de compra de
un activo y un nivel de stop somos mucho más obje-
tivos que una vez ya estando invertidos. Quien no tenga
mucha experiencia posiblemente pensará que es un bulo
de fricky, pero seguro que a muchos os ha pasado: una
vez que hemos comprado vemos señales de venta donde
no las veíamos antes, por arriba muy cercanas al precio
(tenemos ganas de realizar ganancias), por debajo cada
vez más alejados (tenemos miedo de perder). Como,
además, el miedo a perder es más grande que la satis-
facción de ganar (teoría de la perspectiva) y somos orgu-
llosos, no veremos señal de venta en pérdidas.
Antes de comprar todavía somos objetivos, por lo tanto
sí veremos señales técnicas que tengan una relación
óptima con el objetivo de ganancias.
Aún haciéndolo en el momento de la compra hay otro
riesgo: querer bajar el stop. Si el mercado va en la direc-
ción opuesta a nuestro análisis y bajamos el stop, éste no
nos servirá de nada: cuando veamos que la cotización va
bajando y acercándose a nuestro stop, por arte de magia,
la señal que veíamos cuando éramos objetivos desa-
parecerá y diremos “¿por qué puse el stop aquí cuándo
debería estar acá? (en un punto más bajo)”. Hacer esto es
lo mismo que no poner el stop, y por tanto, dependiendo
de la operativa, la desaparición del capital.
Somos humanos y, por tanto, esta reacción es más que
normal, ¿cómo evitarlo?
Es muy fácil, hay que llevar un diario de la operativa,
apuntar (antes o segundos después de dar la orden de
compra y stop) por qué ponemos el stop. Si hacemos
esto, cuando veamos que la cotización se acerca, recu-
rriremos a nuestro cuaderno y veremos el análisis
que hicimos cuando éramos objetivos. Por supuesto,
hay que fiarse más de éste (es el ángel en el hombro)
que ahora que somos subjetivos y tenemos miedo (el
demonio en el otro hombro). Solo hay una excepción: en
caso de operaciones corporativas que generen un ajuste
en el precio (dividendo, ampliación y por supuesto Split)
sí se puede (se debe) rebajar el stop en la cantidad equi-
valente al ajuste.
En cuanto a las emociones también nos puede ayudar en
otro sentido; reconociendo que es menos demostrable
(personalmente me va bien), el cuantificar la pérdida
que sufriremos como resultado en caso de saltar el stop
hace disminuir la ansiedad: ya hemos visto plasmada en
el papel esta pérdida y la tenemos “algo asumida”, por lo
tanto seremos menos irracionales para intentar evitarla.
Por supuesto, no es válido decir “yo el stop me lo pongo
mental porque no quiero que se vea”. Parece poco humilde
pensar que grandes patrimonios que invierten millones
de euros quieran fastidiar nuestra operación (quien opere
en OTC’s y sospeche de su plataforma lo debe poner en
conocimientos de CNMV y dejar de operar con ellos).
Lo peor es que este exceso de confianza en uno mismo
provocará que cuando el precio se acerque, aunque lo
tenga apuntado, no pondrá el stop y lo dejará caer más.
Cuando la cotización ha ido a nuestro favor y estamos
ganando dinero es otro momento de utilizar los stops.
Mucha gente marca una orden de venta limitada en un
nivel determinado, mientras que otros se marcan obje-
tivos sin limitar la venta. Quien haga lo segundo, al
alcanzar estos objetivos se subirá el stop; cierto que se
dejará de ganar algo, pero si la tendencia continua se
puede volver a subir el stop de forma casi infinita. Es
una forma de llevar a la práctica dos frases que se deben
grabar a fuego (ojo, que no todas las frases hechas son
ciertas): “limitar las pérdidas y dejar correr las ganancias”
y “la última peseta que se la lleve otro”.
Al no tener la orden puesta, de nuevo, el factor emocional
nos puede afectar. Las soluciones son similares al stop
en pérdidas: marcar claramente los motivos y los puntos
donde se subirán los stops, cuantos más objetivos se
marque mejor ya que cuanto más lejos esté el precio más
objetivos somos.
Una opción robotizada son los stops dinámicos o trai-
ling stops, sin embargo no soy muy partidario: se podrían
colocar stops por encima de soportes cómo se ve en el
gráfico 2. A pesar de ello, reconozco que para opera-
ciones a muy corto plazo sí pueden ser útiles.
En definitiva: los stops son necesarios pero hay que ser
muy respetuoso con nuestra estrategia de inversión-
especulación para poder utilizarlos y que nos protejan.
En caso de operaciones corporativas
que generen un ajuste en el precio (dividendo,
ampliación y por supuesto Split) sí se debe rebajar el stop.