La psicología ha cogido un fuerte impulso dentro de los mercados financieros debido a su importancia para los operadores, ya que las emociones son vitales para desempeñar un buen papel en nuestra operativa.
Trading y emociones
La manera en la que reaccionamos ante cualquier circunstancia en la vida estará determinado por el estado emocional del momento. Por ello, en el mundo de la inversión, el trading y las emociones van de la mano, y estás determinan nuestra toma de decisiones a la hora de entrar o salir del mercado. Las emociones podrían ser las siguientes:
Miedo: es una de las emociones más frecuentes dentro del trading, especialmente cuando entramos por primera vez al mercado tras dejar atrás la cuenta demo con fondos virtuales, ya que entra a escena nuestro propio capital y surge el “miedo” a perder. Esta sensación es lógica y normal, pero debemos de aprender a gestionarla porque nos podría generar ansiedad a la hora de analizar el mercado.
Enfado: surge después de perdernos una oportunidad de entrada o simplemente por tener un mal día operando, como por ejemplo, tener una racha perdedora tras ejecuciones de nuestros stops. Por tanto, esta situación es pasajera, aceptar que podemos equivocarnos y tomarnos dichos “errores” como aprendizaje.
Estrés: se desarrolla si estamos “refugiándonos” en el mercado cuando tenemos algún tipo de problema fuera de este, o tal vez alguna preocupación, ya sea laboral o relacionado con la familia. Esto podría desencadenar una espiral negativa y afectar a tus operaciones.
Alegría: esta emoción también podría llevarnos a realizar operaciones o ver posibles entradas al mercado donde no las hay al sentirnos demasiado optimista, corriendo demasiados riesgos que en una posición neutral no nos afectaría.
Codicia: es una de las trampas emocionales más frecuentes después de encadenar buenos “trades” o tras ganar mucho dinero en nuestras operaciones. Por tanto, lo más importante será no intervenir más en el mercado durante el día una vez que estamos fuera, ya que el querer más dinero junto con la euforia del momento, podrían desencadenar en un final inesperado.
Errores antes de comenzar a invertir
1. No estar preparado psicológicamente
Cuando entramos al mercado desconocemos al principio al mundo en el que nos adentramos, pero estamos “enfrentándonos” ante grandes fondos y banca de inversión y hasta los propios bancos centrales, los cuales tienen sus intereses puestos en el mercado.
La excesiva confianza podría darnos un “bofetón” de realidad, ya que en las cuentas de prácticas no entran del todo las emociones al no “jugarnos” nuestro capital, pero esto si afecta al enfrentarnos al mercado real. Estar bien psicológicamente es primordial, por lo que debemos de ser conscientes de ello, tomándonos el tiempo necesario para aprender el funcionamiento de los mercados.
2. Reaccionar ante los beneficios
Para ser un buen trader y consistente, es primordial ser consciente también de la pérdida potencial, es decir, el dinero con el que estamos negociando en el mercado es dinero real y existe la posibilidad de perderlo, aunque esas pérdidas pueden mitigarse con la utilización de stops.
No obstante, si nos excedemos de confianza, esta nos puede dar lugar a errores, por lo que siempre es recomendable gestionar nuestras operaciones con una pérdida limitada, cuidando nuestras emociones en todo momento.
3. Falta de paciencia
La impaciencia se paga dentro del mercado, ya que el no saber esperar a que se presenten las señales propicias para entrar o salir del mercado, podría perjudicar nuestro capital. Por tanto, una vez que decidimos entrar al mercado con una operación, debemos de saber dónde está nuestro stop y nuestra ganancia, ya que no existe otra forma de ser consistente y de estar tranquilos para tomar decisiones.
Debemos de evitar entrar al mercado sin unas reglas, porque esto origina la impaciencia, llegando a ocasionar un nerviosismo que nos lleva a cerrar la posición antes de que el mercado haya tenido tiempo para evolucionar.
4. Operar por impulsos
Uno de los errores comunes es operar por sentimientos, es decir, enamorarnos de unas acciones porque el año anterior dio una rentabilidad positiva, o porque salió un fondo de inversión apostando por su subida en las próximas semanas. Esto es un error, ya que debemos de ser conscientes de que está en juego nuestro capital, y las decisiones tenemos que tomarlas nosotros mismos, aislándonos de este tipo de situaciones porque nos pueden condicionar a la hora de invertir nuestro capital.
Finalmente, tenemos que entender que, a diferencia de las personas, los mercados no guardan en la memoria los buenos tiempos y, por supuesto, no actúan según las impresiones y preferencias de los individuos.
Errores psicológicos haciendo trading
Una buena gestión emocional es clave en las operaciones de financieras, y la forma en que percibes y reaccionas al operar puede tener un importante impacto en tus posibilidades de éxito.
1. Manejar mal los tiempos
La falta de experiencia puede generar errores en el manejo del tiempo, llegando a pasar por alto posibles beneficios de unas operaciones, ya que si no hacemos una óptima gestión de los tiempos a la hora de operar, podría desencadenar en un grave error en nuestra cuenta de trading.
Por tanto, realizar un registro de operaciones detallado puede ayudarte a no repetir errores, lo que conlleva a ceñirnos a nuestro plan de trading sin saltarnos ningún paso, algo que mejoraremos cada día con nuestra experiencia en el mercado.
2. No saber cuándo salir de la posición
Uno de los errores más peligrosos de las operaciones es pensar que vas a ser capaz de convertir las pérdidas continuas en ganancias. Saber cuándo reducir tus pérdidas es una habilidad importante que debemos desarrollar, y esta se consigue a través de la experiencia.
No obstante, existen técnicas para evitar mantener las posiciones con pérdidas abiertas demasiado tiempo, como es la utilización de stops con un porcentaje de pérdida que podamos asumir, esto evitará el quiebre de la cuenta.
3. No calcular el riesgo
El ratio riesgo-beneficio es la relación entre lo que puedes permitirte perder y lo que puedes ganar. Para calcular este índice necesitas conocer el precio actual del mercado, tus objetivos de ganancias y un precio de salida para el stop.
Por tanto, aquellos traders con poca experiencia deben tener índices con riesgo bajo y beneficios altos para minimizar la posibilidad de pérdidas elevadas, pero los más experimentados, pueden preferir correr un riesgo mayor a fin de obtener una recompensa mayor.
4. Desviarse del plan
Tener a nuestra disposición la creación de un plan de trading es importante, pero no valdría de nada si constantemente nos saltamos nuestros plan trazado previamente. No obstante, si realmente te tomas el tiempo necesario para desarrollar tu estrategia de trading, puedes verlo como tu mejor enfoque. Incluso el mejor plan de trading sigue siendo solo una guía, pero cuanto mejor sea la guía, y cuanto más la sigas, mayor será el éxito que obtendrás a largo plazo.
Invertir mediante Turbo24
Los turbos son valores cotizados. El precio de un turbo se deriva del precio de un activo financiero subyacente, y puedes operar con ellos en largo o corto. Tu riesgo está limitado, ya que cada operación cuenta con un nivel de knockout preseleccionado y se cerrará automáticamente si se alcanza ese nivel.
Los turbos se negocian en un centro de negociación en lugar de hacerse en el mercado extrabursátil (OTC), y tienen libros de órdenes completamente visibles que puedes ver para medir el sentimiento y planear tu estrategia.
El trading de Turbo24 funciona mediante la compra de un valor transferible que te permite tomar una posición en el precio al alza o a la baja de un activo subyacente. Para cada operación, eliges un nivel de knockout, es decir, el punto en el que te gustaría cerrar tu operación si el mercado se vuelve en tu contra.
Esto determina el precio de compra del Turbo24, que será lo máximo que abonarás. Pagarás esta cantidad al completo por adelantado, por lo que podrás controlar tu riesgo y sabrás lo máximo que puedes perder en cada operación con Turbo24 desde el principio.
Hay dos tipos de Turbo24: los Turbo24 largos, que se denominan a veces turbos alcistas, y los turbos cortos, que se llaman turbos bajistas.